VIDA DE GERA MX


GERA MXM: EL CACHORRO DE LA RAP MEXAMAFIA El rapero es un estandarte a seguir para muchos jóvenes de procedencia inestable que encuentran su pasión.



 
Mientras Adriana, la mujer que lo trajo al mundo, limpiaba pisos ajenos, Gerardo descubría la escena del rap mexicano gracias a su celular y la conexión de Internet del vecino despistado que jamás bloqueó el acceso general.

Con 14 años de edad, el municipio de San Sebastián, San Luis Potosí, le parece el lugar más aburrido del mundo, pero la cultura hip-hop le mostró una visión distinta de las calles, de su situación económica, de México y de la vida que, según comparte, las rimas le han mostrado.
Nacido en Monterrey pero criado en tierras potosinas, Gerardo Daniel Torres Montante experimentó crisis en casa desde pequeño, mismas que se reflejaron en su escolaridad. Pisó cuatro secundarias en tres años para conseguir ese nivel académico; en preparatoria un problema local de pandillas lo obligó a retornar a Nuevo León para estudiar el nivel medio superior, una etapa de vida que definió su destino, pues fue gracias a conocidos de Monterrey que Gera MXM, como ahora lo conocen en la escena del rap mexicano, tuvo la primera oportunidad de probar suerte con los ritmos y el micrófono.
En casa de la abuela, de vuelta en San Luis, la situación monetaria era igual o peor que antes. Con la intención de sobrevivir y alimentar a mamá, Bubu y hermana, Gerardo se sumergió completamente en el asunto musical, una experiencia que arrojó tres maquetas realizadas y el ingreso a uno de los colectivos nacionales más conocidos del género, Mexamafia Records.
El panorama era favorable y Gera tomó la iniciativa. En 2013 nació Precipicio, el disco que lo llevó a conocer varios estados de la República y comenzar a escribir su nombre cerca de la zona comercial, por así llamarla, del rap mexa.
“Negocio que no da números es mejor dejarlo”, responde Gera cuando se le cuestiona sobre cómo comenzó a escalar peldaños en el ámbito musical. Una frase que su abuelo materno le dejó arraigada.
Comenta, muy seguro, que el abuelo estaría orgulloso de verlo crecer sin traicionar sus gustos.
Tras su paulatino crecimiento en San Luis, la universidad y la escasés llevaron a Gerardo Daniel, como solía llamarlo su madre cuando pretendía regañarlo, a Guadalajara. Con dos semestres de licenciatura trunca y el respaldo de sus primeros patrocinadores –la casa productora Santa Suerte y la línea de ropa Joker Brand-, el “Cachorro” de la Mexamafia formó un triángulo laboral con Charles Ans y DJ Loki.
Al paso de unos meses “salió el sol” y la carrera del pequeño niño bastardo, amante de las retas en el parque, floreció junto a los beats nuevos, las nuevas letras y los eventos mejor pagados.
“Primero era la mitad de la renta, luego eran eventos masivos, comenzaron a llegar las invitaciones, las sesiones de fotos. Ahora mi mamá no cree que estoy jugando al rapero, si no que me pregunta cómo va mi segundo material”, dice Gera mientras prende el segundo cigarro de la charla.
Hoy, con apenas 22 años y múltiples proyectos en la mira, Gera MXM se convierte en el estandarte a seguir para muchos jóvenes de procedencia inestable que encuentran su pasión y, sin importar si es música, gastronomía, derecho o atletismo, saben que si las ventanas se abren, sólo hay que cruzarlas o cerrarlas para que el ruido deje de distraer la monotonía.

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